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SUNSHINE.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Cuando soy la cabeza, me necesito a mi misma

Por qué? porque soy la mejor segunda. Siempre, siempre se me tilda de líder; Y sí, a lo mejor tengo las características. Pero cuando estoy al mando, siento que algo me falta. Insisto, por qué? Porque me falto a mi misma. Me explico. Cuando otro lidera, por instinto, o más que nada por reflejo natural, apoyo. Apoyo en todo lo que se necesite. Si el líder está decayendo, lo animo junto con los demás, le damos aliento y él logra tomar las mejores decisiones. Cuando yo soy la cabeza, siento que nadie tiene ese instinto natural. No es desmerecerlos, pero nadie me da apoyo concreto. Tengo dos amigos, que son los que más logran lo que necesito, pero no son de mi circulo diario, de esos que están aunque no los llames. Son tan circunstanciales que a la larga tampoco son taaan consistentes. Pero cuando les pido ayuda, están. Uno más que el otro, no es por que sea mejor, sino que es más racional y me ayuda a pensar. El otro es más concreto, directo a la vena. En consecuencia, cuando soy líder, las cosas simplemente no me resultan, porque es mucha la presión, porque asumo todos los malditos roles. No sé delegar, porque no confío en la gente. Me cuesta, no me frustro, pero me doy cuenta de mis deficiencias. Por ende, no me gusta ser la cabeza, pero sí la mejor segunda.