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SUNSHINE.

miércoles, 6 de julio de 2011

Reflexión.

No es que esté pasando por una crisis espiritual ni nada de eso. Pero estos días he ido recopilando recuerdos de cosas emotivas que me han ocurrido en la vida espiritual. Encuentros cercanos con Dios, y con su amor, y me da un cargo de conciencia enorme no comportarme conforme a lo que sé que es mejor para mi, aún sabiendo la gracia y el objetivo de Dios para mi vida.
A veces nos vemos tan buenos cristianos a la vista de otros. Personas correctas, con valores claros, que al parecer lleva una vida derecha. Eso, los días de la semana (Durante el día. Durante la relación con la persona), los días sábados u otros días que vayas a la iglesia. Pero pasa que el día, -en mi caso Sábado- parte el viernes a las 7 y termina el Sábado casi a la misma hora, y no es que sólo acaba el Sábado, se va con él la espiritualidad, la "corrección", los buenos deseos a veces, las reflexiones del día. Y fuera de ese día especial, te comportas como cualquier persona, te expresas como cualquier persona, piensas como cualquier persona, haces lo que el "común" hace, entonces qué, eres cristiano? después de todo eso?. Ni yo me siento digna a veces de decir mi religión, por mis actitudes frente a cosas, por mis malos actos, por las maneras que tengo de expresarme.

Sin embargo, hay momentos que te llegan al corazón y que producen un "verdadero" cambio. Pasa en los congresos a los que asisto yo y miles de JA en Santiago, etc. Uno se siente realmente tocado con los temas, no son ligeros ni al azar. A veces pareciera que te están hablando puntualmente a ti y te llega al corazón y te conmueve; y te hace decir: "Señor, yo soy así, pero realmente quiero cambiar. Ayúdame." Tal vez lloras, y te arrepientes mil veces de tu acción. Y Dios en su infinito amor y misericordia, te perdona.
Pero qué pasa después. . se olvida generalmente, y se vuelve a lo mismo. Te invitan a tomar, y claro, tal vez te da un poco de lata decir que no, pero una vez no importa po. Y al final seguimos igual que siempre. Conste que yo no digo que el cambio producido no haya sido verdadero. Pero en momentos de presión es donde se ve el cambio.

Yo lo hablo desde mi experiencia, ahora que estoy grande, me doy cuenta de los errores que cometí antes e incluso ahora. Errores comunes, pero que no dejan de ser graves. Y siempre me arrepiento y pido a Dios perdón. Pero después se da la oportunidad y vamos cayendo en lo mismo. Finalmente, tu vida parece un circo, en el que quieres ser el león y el domador. Hay sólo una posibilidad, frío o caliente, Cristiano o no Cristiano.

Si eliges el primero, compórtate como tal. Quién dice ser de alguna denominación y no se comporta conforme a lo que Dios desea para su vida, está tomando su nombre en vano.

Si eliges el segundo, eres valiente, porque finalmente estás eligiendo irte por lo fácil e ir cayendo en la soledad espiritual poco a poco.

Y si quieres ser de ambos, como yo. . elige un camino, es difícil. Pero es lo que corresponde. O eres de una forma, o no.

Yo elijo ser Cristiana, adventista en mi caso. El entorno puede jugarme en contra, pero con Jesús a tu lado (aunque suene cursi) cualquier barrera es pequeña.